Carreras con vallas:

Las pruebas con vallas son carreras de velocidad en las que los competidores deben superar una serie de diez barreras de madera y metal (o plástico y metal) llamadas vallas. Las carreras de vallas al aire libre más populares, para hombres y mujeres, son los 110 m vallas, que se corren con las denominadas vallas altas y los 400 m (con vallas intermedias). En los campeonatos nacionales en pista cubierta se corren los 60 m vallas. Las vallas altas miden 107 cm de altura, las intermedias 91 y las bajas 76. Los vallistas deben superar los obstáculos lo más ajustado posible para no perder velocidad en la carrera y siempre tienen puesta su atención en la valla siguiente.

En todas las distancias hasta los 110 metros incluidos, la valla está a 13,72 m de la línea de salida y el resto de las vallas están separadas 9,14 m; la distancia desde la última valla hasta la meta es 14,02 m. En distancias superiores a 110 m pero que no exceden de 200, la primera valla está a 18 m de la salida y el resto están separadas 18 m. En los 400 m., la primera valla está a 45 m y el resto están separadas 35 m, quedando 43 m desde la última valla hasta la meta.

Los vallistas deben saltar las vallas, colocadas cada 10 metros, sin perder el ritmo de zancada. Para ello extienden En la prueba femenina de 110 m vallas, la primera está a 13 metros de la salida y la separación entre ellas es de 8,5 m, quedando 10,5 m desde la última valla hasta la meta.

Una buena forma de saltar vallas consiste en impulsar a cierta distancia, salvando así las barreras suavemente sin romper el ritmo de la zancada. La primera pierna que pasa la valla vuelve al suelo de forma rápida; la otra pierna, mientras tanto, supera la valla casi en ángulo recto con respecto al cuerpo. Gran velocidad de carrera, flexibilidad y una gran coordinación, son elementos importantes para tener éxito.